Cuando
una persona se pone a confeccionar todo lo referente a una boda o una ceremonia
se hace patente la necesidad, urgente necesidad, de controlar al máximo todos
los pormenores para que nada pueda salir mal. Son muchos los que afirman que un
enlace está compuesto de pequeños detalles que en conjunto son los que le dan
lustre y sentido. Pero cuando uno de ellos se desmanda puede ocurrir que el
resto de las cosas siga el mismo camino. Y es que hacerlo todo teniendo en cuenta
la disposición de las cosas es importante, ya que el feng shui siempre es un
detalle que hemos de tener en cuenta. Obviarlo no nos va a ayudar, palabra.
Por
eso hoy queríamos recomendarte el uso de la Red de redes, ya que es un elemento
sencillo de manejar y te permite algo muy concreto: localizar a los
profesionales que se dedican a organizar bodas. ¿Que necesitas un asesor para
comprar los muebles de tu casa o para ir a adquirir el vestido? La guía de
profesionales es la solución. ¿Que no sabes si elegir un catering o un
restaurante de postín para dar de cenar a tus invitados? Volvemos a afirmar lo
que hemos dicho, es completamente necesario confiar en una página que nos dé
información actualizada y que sea sencilla de consultar. De nada sirve que encontremos
un buscador de empresas si luego éste no va a cumplir su función de darnos los
datos que necesitamos de forma rápida y adecuada.
Pongamos
un ejemplo ilustrativo: imagínate que alguien se va a casar en el exterior de
un jardín o de su casa y necesitan una página de manteleria para
hosteleria, en la que comprar todos
los manteles necesarios con los que vestir las mesas. ¿Qué harías, ir al sitio
de siempre y adquirir este material allí? Seguramente nos cobrarían un pastón,
así que mejor pasar de estos sitios y conseguir, en los lugares adecuados, el
material pertinente. Solamente así lograremos una metodología pertinente y
podremos atraer al esquivo feng shui.
Pensemos
ahora por un momento en los nervios comprensibles de una pareja que se va a
casar. Imaginemos que ese futuro matrimonio ha decidido no prestar excesiva
atención a los detalles y ha improvisado de la peor manera. No ha contratado un
catering profesional, la limusina no es la que habían solicitado y los detalles
para los invitados, además de vulgares y poco vistosos, se han quedado cortos.
Quizá pienses que uno de estos errores, de forma individual, apenas si va a
incidir en el global de la ceremonia. Pero aquí lo que hemos de ponderar es el
resultado final, y éste se compone de un montón de detallitos que al final se
pueden convertir en algo pernicioso si no hemos tenido la precaución de
prepararlos con antelación. Ya sabes, el feng shui de mal rollo…